Se trata de la construcción de un nuevo Centro Parroquial en el que se deben resolver dos escalas de uso; por una parte acoger la vida diaria de una comunidad parroquial muy activa, participante y solidaria, la que normalmente congrega hasta unas 300 personas en la misa dominical; por la otra, recibir a una cantidad importante (e inmedible a la fecha) de peregrinos que acudirán de diversos lugares de la ciudad y del país a visitar el memorial del Padre Esteban y a participar de celebraciones masivas, sobre todo dada su inminente beatificación y canonización, proceso iniciado en la Santa Sede a fines del año 2011 y próximo a concluir.

Es en esta dualidad de uso y encuentro de ambas escalas (lo parroquial/el barrio y lo monumental/escala metropolitana) en la que se contextualiza la proposición desarrollada.